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Color Me Nude

¿Qué tiene la perfección que suena tan inalcanzable? ¿Quién define los estándares para decidir lo que es perfecto y lo que no? El tema de la tecnología va de la mano con la accesibilidad a volvernos más exigentes con nuestra apariencia. Cuerpos esculpidos por un cirujano o trabajados con rutinas exigentes, sometidos a encajar en un molde, son vistos como algo natural. ¿Natural? Cuerpos voluptuosos, busto grande, cintura pronunciada, piernas delgadas y tonificadas que se convierten en un trasero gigante.

Vivimos con una obsesión de convencer a la gente, o a uno mismo, que ‘Todo está en su lugar‘ cuando ese lugar es inalcanzable sin la participación del bisturí. El cuerpo ideal, sometido bajo rigurosos filtros, es definido por una sociedad exigente con la absurda idea de que lo que vemos en nuestras redes sociales es la realidad. Esa ‘realidad’ que al aceptarla como tal manipulamos nuestra mente y cuerpo.

Estamos acostumbrados a tener un modelo ideal, un ejemplo a seguir cuando se trata de nuestro cuerpo. El cuerpo perfecto, conocido por todos y expuesto ante todas los plataformas y redes sociales que usamos diariamente. Tras investigar más del tema, llegué a la conclusión de que existen tres ideologías sobre lo que es el cuerpo perfecto actual.

Una de tres, quieres tomar el lugar de Jordyn Woods en la vida de Kylie Jenner y lucir un cuerpo ‘naturalmente’ voluptuoso presumiendo tu mayor logro, tus enormes pompis sin celulitis. De no ser así, te inclinas a un estilo de vida fit, de dietas y rutinas de ejercicio para conseguir el famoso summer body. O bien, eres body positive, de las que han aprendido a amar y aceptar su cuerpo. Aprendiendo a amar las marcas de tu cuerpo; las estrías, la celulitis, el acné, las cicatrices, todo aquello que forma parte de tu historia.

El concepto de la mujer ‘ideal’ ha cambiado a través de los años, integrando la forma y peso de nuestro cuerpo como parte de nuestra identidad. Alimentado por la presión social, el cuerpo perfecto está en constante cambio intentando adaptarse a cada época.

Las primeras representaciones del cuerpo ideal de la mujer las podemos encontrar en las figuras de Venus, estatuas de mujeres con cinturas anchas, abdomen prominente y muchas de ellas con busto grandes. Cuerpos en forma de manzana que, existe el debate de entre sí es una representación de la belleza o la fertilidad. La mujer ideal siguió siendo retratada con una silueta voluptuosa hasta que el cuerpo ideal comenzó a tomar una forma con una cintura más pronunciada. Con la ayuda del corsé, las mujeres comenzaron a manipular su cuerpo para acentuar su cintura a fin de que sus caderas se vieran más prominentes.

La creciente tendencia de las flappers en los años 20s eliminó toda creencia de que el cuerpo perfecto debía ser curvilíneo. Las mujeres cambiaron de usar corsés que acentuaban sus curvas a usar fajas y bras que reducían medidas en sus caderas y bustos. Estaba a la moda el cuerpo en forma de plátano o rectángulo, que vestían con vestidos rectos con flecos, un estilo popular entre las actrices de cine. Actrices como Marilyn Monroe aparecen en los medios en los 50s celebrando su cuerpo curvy siendo la inspiración para dejar de creer que para llegar a la perfección había que tener un el cuerpo delgado.

Las mujeres dejaron de usar corsés como símbolo de rebelión a la sociedad. En búsqueda de desprenderse de la idea del cuerpo ideal, las mujeres de manera inconsciente se obsesionaron por los cuerpos delgados. La tendencia de lucir cuerpos delgados exigía llevar una rutina de dieta y ejercicio exigente causando un aumento en los casos de anorexia en los 60s y 70s. En los 80s, las mujeres lucían cuerpos más atléticos con una apariencia más saludable. Modelos como Cindy Crawford y Naomi Campbell se convierten en la inspiración para las jóvenes quienes buscaban copiar sus cuerpos tonificados. Esta tendencia no duró mucho, para los 90s aparecieron modelos con cuerpos extremadamente delgados. Con Kate Moss como la nueva sensación del momento, la anorexia parecía estar de moda. Mientras que, la obesidad durante esta época se presentaba de igual manera con un incremento de casos.

La idea del cuerpo perfecto está siempre en movimiento, de cuerpos muy delgados a cuerpos dignos de una pasarela de Victoria’s Secret con bustos pronunciados y piernas largas hasta llegar a lo que hoy conocemos como lo ideal.

Para esta editorial, Insitu nos acompañó con su visión real y bonita del cuerpo femenino. Leonor, maquillista, y Juan, fotógrafo, buscan retratar el cuerpo como algo mucho más allá de lo que es considerado bello y capturar algo con más profundidad. “El cuerpo perfecto es ese que está lleno de cariño propio y confianza. Lo demás pasa a segundo plano si esa persona lleva ese cuerpo con confianza.” Juan nos explica su definición de un cuerpo ideal.

Con ayuda de las redes sociales, el body positive ha arrasado buscando normalizar los cuerpos naturales y reales. Resaltando la importancia de darle a nuestros cuerpos su propia identidad y dejarnos guiar por su forma que nos hace únicos.

Con el fin de compartir la magia del cuerpo de una mujer, hicimos esta sesión con Insitu, una pareja que se complementan entre ellos y que conceptualizan la belleza por medio de su trabajo.

“Mi trabajo es la representación de lo que es la belleza para mí. Actualmente fotografío muchos cuerpos femeninos porque así fue como se han dado las cosas y mucho de mi ignorancia no lograba ver la belleza del cuerpo humano en general. Quiero expandir nuestro proyecto, Insitu, y retratar hombres y transgéneros. La belleza no necesariamente debe ser tangible, la belleza no solo se compone de lo visual, sino de las historias de quienes habitan en él.” – Juan Mattey, fotógrafo de Insitu.