La sexualidad es un tema complejo y diverso que abarca una amplia gama de intereses, deseos y fantasías (de los cuales no juzgamos). Los kinks y fetiches son parte integral de esta diversidad, pero a menudo están envueltos en una serie de mitos, tabúes y malentendidos. Condenar ciertas prácticas sexuales a lo largo de la historia ha generado muchos sentimientos de vergüenza para quienes las practican y ha reprimido la sensación de empoderamiento para poder explorar plenamente nuestros deseos sexuales.
Pero para entender mejor, ¿cuál es la diferencia entre kink y fetiche? Un kink es una forma en la que una persona expresa su intimidad sexual, y está ligado a cómo define su identidad sexual. Es una manifestación de los deseos y una práctica íntima que es única para cada persona. Mientras que un fetiche es una forma de deseo sexual que está relacionada con un objeto específico, como una prenda de ropa o una parte del cuerpo.
En este artículo, nos adentraremos un poco más en el mundo de los kinks y fetiches para desmentir algunos de los mitos más comunes creados alrededor de ellos y ayudarnos a tener una visión más clara y comprensiva. Al leerlo, toma en cuenta que no necesariamente tenemos que entender ciertos gustos, kinks, fetiches o preferencias para respetar o no juzgar…
Mito 1: Los kinks y fetiches son anormales o ‘raros’
Como ya lo mencionamos, la sexualidad es muuuy diversa y sobre todo personal. Lo que puede parecer inusual o “anormal” para una persona puede ser perfectamente normal y placentero para otra.
Los kinks y fetiches, siempre que se lleven a cabo de forma consensuada y segura, no son perversos ni dañinos. Todxs tenemos derecho a explorar y disfrutar de nuestra sexualidad, siempre y cuando se respeten los límites y derechos de su(s) pareja(s) sexual(es).
Mito 2: Los kinks y fetiches son solo para personas con problemas psicológicos
Este es un estigma muy común cuando hablamos de kinks y fetiches. Pero para sorpresa de quienes piensen así, las preferencias y fetiches sexuales son parte natural de la diversidad sexual y no indican ninguna enfermedad mental.
Al igual que en cualquier otro aspecto de la vida, es importante que las personas practiquen sus kinks y fetiches de manera responsable y si así lo desean, conociendo sus límites y buscando el consentimiento de todas las partes involucradas.
Mito 3: Los kinks y fetiches siempre implican dolor
Los intereses y fantasías sexuales varían enormemente de una persona a otra y aunque algunos kinks y fetiches pueden involucrar elementos de dolor, no todos son de esa naturaleza. Algunos pueden encontrar excitación en el juego de roles, la dominación o la sumisión, mientras que otros pueden tener fetiches específicos relacionados con objetos o prendas de vestir. La clave es que todas las prácticas deben basarse en el consentimiento y el respeto mutuo.
Mito 4: Las personas con kinks y fetiches son adictas al sexo (o putas)
Tener intereses o prácticas sexuales alternativas no tiene nada que ver con ‘la putería’ o la adicción al sexo. Participar en prácticas kink o fetichistas no significa que tienes un mayor número de parejas sexuales o una obsesión incontrolable por el sexo.
Mito 5: Los kinks y fetiches son exclusivos de ciertos géneros u orientaciones sexuales
No hay una conexión directa entre la identidad de género u orientación sexual y los kinks o fetiches que una persona pueda tener, estos intereses sexuales pueden encontrarse en personas de cualquier género u orientación. La diversidad es amplia y los intereses sexuales varían en cada persona, independientemente de su identidad o orientación.
Mito 6: Los kinks y fetiches tienen su origen en un trauma pasado
Uno de los mitos más comunes es la creencia de que los kinks y fetiches son el resultado de experiencias traumáticas en la infancia o en la vida adulta. Sin embargo, no hay relación alguna entre los kinks y los traumas. Los intereses sexuales y las preferencias pueden desarrollarse de diversas maneras, y no todas están relacionadas con experiencias negativas.
Los kinks y fetiches pueden surgir de la exploración personal, la curiosidad, las fantasías o simplemente del hecho de que a alguien le resulta placentero y excitante experimentar ciertas prácticas y/o escenarios.
Mito 7: Los kinks y fetiches solo se disfrutan con sexo casual sin conexión emocional o compromiso
La realidad es que los kinks y fetiches pueden ser parte de relaciones íntimas y comprometidas, las preferencias sexuales no están necesariamente relacionadas con la falta de emociones o la incapacidad de establecer lazos afectivos.
Muchas personas que tienen kinks y fetiches también buscan relaciones profundas y emocionalmente significativas donde puedan explorar y compartir su sexualidad de manera segura y consensuada.
Mito 8: Los kinks y fetiches son solo para parejas con problemas en su vida sexual
Los kinks no son necesariamente una solución para problemas en la vida sexual de una pareja. Algunas personas pueden tener kinks como parte de su identidad, como una manera en la que conectas con tu pareja, o como una forma de explorar nuevas experiencias y disfrutar de su sexualidad, independientemente de la calidad de su vida sexual.
Mito 9: Los kinks y fetiches son para personas extrañas o pervertidas
Este mito es muy estigmatizante. Los kinks son una expresión normal y válida de la sexualidad. Tener intereses o preferencias sexuales fuera de lo convencional, siempre y cuando se respeten los límites y se practique de manera segura y responsable, no hace que alguien sea extraño o pervertido.
Los kinks y fetiches son una forma válida de explorar la sexualidad y pueden agregar emoción, variedad y satisfacción a la vida sexual de una persona o pareja. No hay una única forma “correcta” de expresar la sexualidad y todxs merecen respeto y aceptación. La clave está en el consentimiento, la comunicación y el respeto mutuo para así promover un ambiente inclusivo y libre de estigma. Cada persona tiene una sexualidad única y compleja, y los kinks y fetiches son solo una expresión más de esa diversidad. Es importante mantener una mente abierta, educarse y respetar las elecciones y preferencias sexuales de lxs demás.