En el mundo a veces turbulento de las relaciones, existe un aspecto que tiene todo el potencial de ser profundamente perjudicial sin siquiera estar conscientes de ello: el control. El amor puede ser bonito pero estar lleno de red flags por actitudes controladoras que causan daño no solo en la relación sino también en las víctimas, el control puede causar conflictos muuucho más allá de ‘quién debe tener el control dentro de la relación’.
Pero ¡alto ahí! Una relación saludable no es un campo de batalla donde los egos chocan por el poder, es un espacio de colaboración donde ambos comparten las responsabilidades y sobre todo, el respeto mutuo.
Es perjudicial tener la creencia de que una persona debería tener más control o poder que la otra, ambas partes deben trabajar juntas para tomar las mejores decisiones para cada unx y la relación y deben comunicarse abierta y honestamente entre sí para garantizar que se satisfagan las necesidades y deseos de lxs dos. Debemos aprender a reconocer que en cualquier relación, ambas personas pueden asumir roles diferentes, pero debe haber un equilibrio en donde los dos tienen igual control, poder y autonomía.
Sin embargo, (aunque no siempre es el caso) gracias a la idea social de que los hombres deberían tener el control de una relación, muchos hombres podrán sentir que su masculinidad está amenazada si esto no es así. Esta creencia o ‘necesidad’ puede estar arraigada en las presiones sociales y las expectativas de género que históricamente han asignado roles de liderazgo y control a los hombres. Pero ya es hora de tirar esas ideas por la ventana y construir relaciones basadas en la cooperación; liberarnos de creencias que nos limitan a experimentar una conexión sana y equilibrada.
¿Cómo es una relación controladora?
En una relación de control hay un enooorme desequilibrio de poder en donde no se busca la opinión de la otra persona y se ve obligadx a aceptar lo que se le ordene. Una relación controladora es cuando la pareja busca dominar de manera egoísta y manipuladora provocando intimidación, inseguridad o culpa.
El control puede adoptar muchas formas, no existe solo un tipo de persona o manera en la que el control se hace presente por lo que es difícil reconocerlo. Además, las tácticas de control a menudo comienzan lentamente y empeoran progresivamente a medida que la relación se intensifica. Del mismo modo, el comportamiento controlador puede ser difícil de detectar pues solo algunxs actúan de manera hostil o agresiva, y otrxs recurren a una manipulación sutil como cuando la persona que ejerce el control habla de su comportamiento en términos de terapia como “respetar sus límites” sin usar el término correctamente.
[Y, pausa aquí… queremos súper aclarar: tener un límite no significa que puedas controlar si alguien más lo cruza. Significa que si alguien más cruza uno de tus límites, puedes elegir dejar o limitar esa relación. Si no quieres tener una relación con unx influencer, por ejemplo, pues no lo haga, compa… Es válido, esa es tu elección. Lo que no es tu elección es si esa persona decide o no ser un influencer en las redes sociales.]
Además, querer controlar la relación es una manera fácil de caer en un patrón de abuso, pues sólo se satisfacen las necesidades de una persona dejando de lado las de su pareja. La otra persona sólo puede seguir órdenes, esperando que el controlador recuerde que hay dos personas en la relación. Mientras eso pasa, es posible que se les obligue a hacer cosas que no quieren hacer, o a soportar cosas que no quieren soportar, sin tener voz y voto en el proceso. Aunque el simple hecho de ignorar sus aportes es suficiente para causar daño: les dice que, como ser humano individual con pensamientos y sentimientos, no importan.
El control puede incluir cualquier cosa, desde tácticas de manipulación emocional, limitar el acceso financiero hasta la coerción (según la RAE, presión ejercida sobre alguien para forzar su voluntad o su conducta). Y eso es sólo el comienzo. Cuando una persona tiene el control, es básicamente una licencia para hacer cualquier cosa, desde exigirle a la otra persona que le muestre todos sus mensajes de texto, hasta gritarle a la otra persona por no llamarla todos los días, lanzarle insultos y abusos verbales, hasta abuso físicos, sexual…
¿Cómo saber si estás en una relación donde el control es un problema?
Identificar las señales de una pareja controladora es difícil pero crucial para prevenir que el amor se vea contaminado por dinámicas destructivas de poder, manipulación y desconfianza.
Algunas señales incluyen (ojo otra vez, no son las únicas señales):
- Si tu pareja toma decisiones por ti incluso sin siquiera preguntarte antes tu opinión y pasa muchas veces, es un comportamiento controlador.
- No está de acuerdo con tu forma de vestir y te lo dice o simplemente empieza a comprarte ropa que le gusta y exigiéndote que uses lo que ‘te regaló’ aunque no sea algo que tú elegirías.
- Tu pareja es sobreprotectora y siempre quiere saber dónde y con quién estás asumiendo que solo estás segurx cuando están juntxs. Está al tanto de tooodo tu día, desde tus citas con el doctor, tu horario de trabajo, tu dieta, tus salidas con amigxs o familia…
- Tiene dificultades para asumir la responsabilidad de sus acciones y consecuencias y prefiere echarte la culpa a ti de todo al punto que incluso te termines disculpando por algo que no hiciste.
- Te critica siempre haciendo bromas, menospreciando tu forma de vestir o señalando siempre errores por más mínimos que sean.
- ‘Bromea’ contigo de manera pesada, sus burlas se sienten sarcásticas y condescendientes, y debes reírte porque si no ‘eres unx exageradx sin sentido del humor’.
- Te hace gaslighting para restarle importancia a tus sentimientos o experiencia, haciéndote creer que tu realidad ‘no existe’ y que estás locx o exageras.
- Quiere controlar cada aspecto de tu vida, microgestionarte y querrán decirte desde qué puedes usar, cuánto debes pesar, cómo debes controlar tus finanzar, supervisar lo que estás comiendo, saber de qué hablas con tus amigxs por mensaje…
- Invade tu privacidad y controlan tus actividades, te exige que le compartas tus contraseñas o enseñes tus conversaciones, te lleva a todos lados y pasa por ti siempre, te pide tu ubicación para seguir cada paso que das…
- Busca aislarte de lxs demás, se queja de cuánto tiempo pasas con amigxs y familia, te trata de convencer de que son una mala influencia para ti y su relación, te exige tu atención 24/7 para que no puedas separarte de ellx…
- No respeta tus límites y te presiona a que hagas lo que dice o discute contigo sobre cómo estás mal hasta que cambies de opinión y le des la razón.
- Celos intensos y posesivos, incluso te acusa de estar provocándolo con tus acciones o te culpa por interacciones inocentes.
- Te obliga a tener relaciones sexuales o a aceptar hacer cosas que no quieres, a veces hasta quieren controlar tus opciones anticonceptivas – te obligan a usar el que elijan, deciden si se usará protección o no, te esconde o tira tus pastillas, hace agujeros en el condón o se lo quita durante las relaciones sexuales.
- Presionarte hacia comportamientos que hacen daño a tu salud y que definitivamente no harías si no fuera por que estás obligadx a hacerlo, como el uso de alcohol o drogas.
- Hacerte dudar sobre tu inteligencia o talento, provocando que no te sientas suficientemente buenx para hacer cosas que disfrutas hacer (y que segurx eres buenx para hacerlo, pero ahora por su culpa crees que no).
- Sabotea tu progreso para evitar que puedas prosperar y darte cuenta de tu capacidad para cumplir lo que te propones.
- Quiere controlar lo que publicas en redes sociales, te monitorea e interfiere sobre qué si y qué no puedes subir…
¿Por qué alguien es controladorx?
Todxs tenemos (o queremos) tener control sobre nuestras vidas, pero una persona se convierte en controladora cuando quiere ejercer control y poder sobre otra persona o sobre las situaciones.
Cuando alguien se comporta de manera controladora, no es necesariamente una ‘mala’ persona, puede ser un mecanismo de defensa o un signo de trastorno de la personalidad, de un abuso o un trauma no resuelto.
Al ser más conscientes y tratar de comprender las causas o razones de su comportamiento, podemos dejar de tomarlo personal y ver las cosas de fuera, desde otra perspectiva y ver lo que realmente está pasando. Peeero eso no significa que debas aceptar o dejar pasar ciertas conductas controladoras que te dañan a ti o a tu libre albedrío.
Estas son algunas posibles razones comunes por las cuales alguien puede ser controlador (ojo, no son las únicas razones):
- Es posible que sienta que no puede controlar otros aspectos de su vida y sólo necesita sentir que tiene algo bajo control.
- Es posible que en algún momento se le haya negado cualquier control sobre su vida y se ve obligadx a compensar esto teniendo una cantidad extrema de control ahora.
- Como necesidad social básica, el control proporciona una sensación de orden, estabilidad y previsibilidad.
- Hay algunas personas que ven la lucha por el poder como un componente central de todas las relaciones románticas. Generalmente sienten que si no ejercen poder y control sobre su pareja, entonces su pareja ejercerá control sobre ellos.
- Condiciones de salud mental y trastornos de la personalidad.
- Ansiedad y miedo a lo desconocido y el comportamiento controlador ayuda a la persona a afrontarlo.
- Una sensación de exceso de responsabilidad.
- Sentimientos de inseguridad y baja autoestima.
- Es un comportamiento aprendido en casa, donde sus padres (o uno de ellos) eran controladores o donde había algún tipo de abuso.
pasado traumático - Necesidad de sentirse mejor y superior a los demás.
Cualquiera que sea el motivo, no es nada que puedas siquiera empezar a resolver. No deja de ser su problema aunque estés dispuestx a ayudar a tu pareja a trabajar en ello.
¿Y entonces, qué debo hacer si mi pareja es controladora?
Estar en una relación controladora es difícil… y solo se vuelve más difícil conforme pasa el tiempo y a medida que tu pareja gane más control sobre ti. Y si notas que tu relación está empezando a apestar a control, puedes considerar:
- Tener comunicación abierta y honesta con tu pareja sobre cómo te sientes es fundamental para resolver problemas.
- Establecer y defender tus límites, asegúrate de que sean tomados en cuenta y respetados.
- Mantén tus amistades y conexiones y familiares, ten un sistema de apoyo sólido y fuerte que puede brindarte perspectiva y apoyo emocional.
- Si las cosas no mejoran, considera ir a terapia de pareja o individual para saber cómo abordar los problemas de la manera más sana y encontrar soluciones.
- Recuerda que tu bienestar es prioridad y fundamental. Si una relación está afectando negativamente tu visa, considera tu propia salud y felicidad.
Todas las relaciones deberían basarse en la igualdad, el respeto y el amor genuino. Identificar y abordar el control en una relación puede ser difícil, pero es esencial para construir vínculos fuertes y saludables.
Si estás experimentando señales de control en tu relación, recuerda que mereces ser amadx y respetadx. Toma medidas para cuidar de ti mismx y busca relaciones que te hagan sentir valoradx y libre.
No te quedes en una relación que te haga daño, bb.
Fuentes:
https://www.webmd.com/sex-relationships/features/warning-signs-sexual-abuse-teens-young-adults
https://www.choosingtherapy.com/controlling-husband/
https://www.bedsider.org/features/2498-5-relationship-red-flags-to-look-out-for?gclid=Cj0KCQjwuZGnBhD1ARIsACxbAViaVc_UH2R6MszLJcJ0rPL0YbDnKC_Mr9tBux-H2DzdQxVjAhR2HVsaArvnEALw_wcB
https://www.psychologytoday.com/us/blog/friendship-20/201506/20-signs-of-a-controlling-partner